¿Cuándo fue la última vez que te hablaste con amor?
Vivimos hablando con otros, respondiendo mensajes, adaptándonos al ritmo de lo que se espera. Pero muy pocas veces nos sentamos a escribirnos a nosotras mismas. No desde el juicio, ni desde la autoexigencia, sino desde la ternura. Desde la verdad.
Una carta a ti misma no es un ejercicio literario. Es una herramienta emocional poderosa, íntima y sanadora.
Una oportunidad para sostenerte. Escucharte. Decirte lo que nunca te has dicho.
¿Por qué escribirte una carta?
Porque mereces ser mirada con los mismos ojos con que miras a quienes amas.
Cuando escribes desde ti para ti, estás:
Y además, le das espacio a una parte tuya que tal vez no ha tenido voz hace mucho.
¿Qué necesitas para empezar?
Solo tres cosas:
Puedes encender una vela, preparar un té o simplemente abrir una página y comenzar.
Disparadores para escribirte una carta
Si no sabes cómo empezar, aquí te dejamos algunas frases iniciales que puedes completar con tus propias palabras:
No tienes que usarlas todas. Una sola puede abrir una puerta que necesitaba abrirse hace tiempo.
¿Qué puede pasar después?
A veces escribirte una carta provoca llanto. O alivio. O una risa inesperada.
Sea cual sea tu reacción, respétala. Lo que estás haciendo es valiente.
Puedes:
El papel como espacio seguro
En Terra Journal creemos que el papel puede ser un refugio real.
No por lo que escribes, sino por cómo te acompañas mientras lo haces.
Por eso nuestros journals están diseñados para sostener procesos emocionales profundos: sin prisa, sin rigidez, sin juicio.
Puedes encontrar el tuyo aquí
En resumen…
Escribir una carta a ti misma es una forma de cuidar tu mundo interior.
De recordarte que no estás sola. Que puedes hablarte con más ternura. Que puedes ser hogar para ti.
No necesitas hacerlo perfecto. Solo necesitas atreverte a empezar.
¿Has escrito alguna vez una carta a ti misma? ¿Qué sentiste?
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